La fábrica de chocolate… y Costureras, modistas, sastres y aprendices… son el resultado de la primera convocatoria del Premio para Tesis Doctorales y de Licenciatura de la AAIHMEG, un proyecto que surgió en 2017 como una forma de apoyar a les investigadores jóvenes en un contexto de incertidumbre respecto de sus posibilidades laborales y profesionales. Las tesis de Ludmila Scheinkman y Gabriela Mitidieri fueron elegidas como ganadoras en ese marco luego de un difícil proceso de selección, por un jurado que destacó su precisa fundamentación, la originalidad del corpus de fuentes utilizado, su recorrido teórico y los cruces disciplinares propuestos.

El libro de Ludmila Scheinkman aborda las experiencias de trabajo y protesta en la industria del dulce porteña en la primera mitad del siglo XX, no solo en el espacio de la fábrica, sino en el del barrio, a partir de fuentes que incluyen documentos oficiales, publicaciones de empresas y empresarios, documentos internos de fábricas, periódicos sindicales, así como entrevistas orales. Scheinkman focaliza su análisis en el barrio de Barracas para explorar la formación de la clase recuperando dimensiones como la sociabilidad, la afectividad, las huelgas, la sindicalización, en una clave que la lleva a identificar otros actores y prácticas, más allá de los que los relatos masculinos sobre los mundos del trabajo habían señalado como centrales en esa historia (la planta, los sindicatos, etc.). No solo muestra la relevancia de las mujeres en la producción de dulces, sino la de niños y niñas, y a problematizar las desigualdades de género y edad que las atravesaban. El libro analiza el lugar que niños y niñas ocupaban tanto en el consumo de dulces como en su elaboración, y problematiza las nociones de infancia, marcadas por la clase, que ubicaron a unos y otros en cada posición. Scheinkman propone un análisis interseccional de los mundos del trabajo industrial en la primera mitad del siglo XX, en términos de diferencias salariales y procesos de segregación horizontal y vertical por género y edad en el espacio de la fábrica, pero también de las complejas negociaciones en las organizaciones de trabajadores.

Por su parte, el libro de Gabriela Mitidieri indaga en las experiencias del trabajo de la aguja en la Buenos Aires de mediados del siglo XIX. Desde una mirada al ras, que sigue las trayectorias de las y los sujetos históricos a partir de la pista del nombre propio, Mitidieri muestra la heterogeneidad de condiciones materiales en el marco de los que estas labores eran realizadas, y los complejos vínculos a los que daban lugar, en los que se conjugaban intercambios mercantiles y dependencias familires/personales. Su investigación contribuye a tensionar conceptos centrales en la historiografía de los mundos del trabajo y a discutir la narrativa que supone la progresiva instauración de relaciones contractuales. El libro señala, además, la multiplicidad de tareas realizadas por las mujeres en los talleres y las sastrerías, y su solapamiento con el trabajo doméstico, remunerado y no remunerado. Mitidieri hace una apuesta por problematizar no solo los vínculos entre el género y la clase, sino también observar la racialización y su lugar en la producción y reproducción de las distancias sociales.

Tanto Costureras, modistas, sastres y aprendices… como La fábrica de chololate… ofrecen herramientas analíticas que permiten establecer un diálogo con el presente para reflexionar sobre la persistencia de conflictos y desigualdades en las experiencias de trabajo. En este sentido, se trata de dos obras de fuerte interés historiográfico, pero también atractivas para un amplio público fuera del mundo académico.

Inés Pérez, reseña publicada en Boletín AAIHMEG, Año 5 – N° 4 – Diciembre 2021.